lunes, 11 de octubre de 2010

¿Usted trabaja?

Dadas las características impuestas por el mandado real debo confesar que en mis sueños de vigilia pienso que la mejor respuesta a la pregunta “¿usted trabaja?” es, sin titubeos: Si, me dedico a la compra y venta de artículos para el hogar. Claro… la expresión ajena he de imaginar que se va a desfigurar para luego configurar una paulatina decepción sobre la vida de la persona que está escuchando que le dice, con tal libertad, que se dedica a la compra y venta de artículos para el hogar. No ha caído tal postor en la cuenta de desmembrar esta oración y descubrir que es lo que en realidad hace esta persona que intercambia y adquiere productos domésticos sin especificaciones concretas.

Como primer paso analizamos la palabra hogar y nos imaginamos una casa con humo, una chimenea y unos leños ardientes en su interior que son esos mismos que hacen el humo de la casa vista desde afuera. Adentro esta la chimenea, lógico, que tiene leños, y valga la redundancia de imaginar esta imagen siguiendo los pasos recién descriptos. Aquí pueden ocurrir dos cosas: primeramente el efecto símil alucinógeno de volver a jardín de infantes es perjudicial para los adultos porque se configura un concepto de libertad al que jamás regresarán. Pero si un viaje astral los lleva hasta allí, sus conceptos se complejizaran de tal manera que pueden perder la capacidad de ser imbéciles por naturaleza propia que los “no niños” cargan consigo; los niños actúan de tal manera que no los juzgaríamos nunca como imbéciles o con los sinónimos que surjan, porque están en etapas iniciales de entendimiento. Si un adulto actúa como “un niño” será juzgado por sus pares hasta la mismísima muerte, real o simbólica, pero muerte al fin. La segunda opción es la siguiente: imaginar una casa con humo y chimenea es aceptable para todos aquellos que les gusta la montaña, porque el estereotipo cultural occidental indica que una casa con “humo” dibujada a mano alzada nos da la pauta de que nos encontramos en la montaña ¿en qué montaña? En una de un país del hemisferio norte seguro y en zonas donde haya una fusión de montañas, pinos y nieve en niveles aceptables para desarrollar la vida. Para concretar eso se precisa capital y es nocivo para todos aquellos que no pueden ostentar el estilo de vida que acabo de contar. A pesar de todo, es subjetivo. Pero la construcción gramatical explica la perfección de que solo existen esos dos caminos en la palabra “hogar” incluida en la aseveración del sujeto X quien formulara la oración inicial.

Compra y venta. Explayarse sobre esto es muy simple, pero a la vez guarda cargas semánticas insospechadas para el oyente común. Tal vez entendemos que se refiere al mercado: producción de bienes y servicios que satisfacen necesidades que se vuelven a recrear para que el sistema económico capitalista funcione como dicen algunos libros de los liberales. ¿Realmente se refiere a eso? Ahora vamos a una representación de la conversación entre dos sujetos. El sujeto X le dice al sujeto Y que se dedica a la compra y venta de artículos para el hogar. El sujeto Y, ser social inmerso en una sociedad que se basa en codificaciones propias de esa cultura, observa haciendo las veces de Holmes y puede captar diversas ideas en base a sus filtros. Nada nuevo. Si lleva traje y corbata, huele bien y pronuncia las eses pues entiende que el sujeto X es exitoso, talentoso, no tiene problemas de acidez y sabe elegir una buena corbata entre miles. Si el sujeto X no lleva el traje y lleva una camisa a cuadros gastada y un jean azul, la conclusión es determinante: el sujeto X se dedica a algo que es poco rentable, pero parece estar seguro de sí mismo, se cae de maduro que es narco, trabaja con mujeres vendiéndolas sexualmente y además no sabe lo que es comer una pasta con camarones. Seguimos así podemos dilucidar varios ejemplos más pero no viene al caso.

“Me dedico…” y si… el agua clara no es tan clara como esto. Muestra que no es universitario. Pues se dedica y no ES. Otro sujeto ante la pregunta “¿usted trabaja?” hubiera contestado, si es un profesional universitario: Soy Licenciado en Sociología o cualquier otra carrera. Pero el sujeto se siente en un nivel superior de sí mismo, en el cual está claro que “SOY” es superior a “ME DEDICO” o “TRABAJO VENDIENDO PAÑUELOS EN UNA CONFITERÍA”. Ilusos.

Conclusiones simples, no contamos nada nuevo. Pero vale la pena recordar que una sonrisa esconde tras si todo un mundo de abstracciones poco convencionales.

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