lunes, 8 de abril de 2013

Afternoon



La tarde acusa un sentimiento, de esos que arremeten como el viento árido. Me conseguí infinidad de libros para no recordarte y sin embargo creo que no podré lograr mi objetivo.

Mis problemas tienen nombres y lugares, fechas, tal vez un año, un instante, quien sabe cuál. Discuto estas aseveraciones del tiempo y ofrezco mi voluntad al universo, porque he de creer que nada es tan estructurado como se piensa.

Luego de dubitativas reflexiones he tomado una decisión y es cuando me doy cuenta de tu influencia en mi. Y en algunas tardes cuando solo me encuentro puedo valorar mis argumentaciones de por qué, en cierta forma, no quiero admitir que te extraño.