lunes, 31 de enero de 2011

La noche me rodea

La noche me rodea, con su oscuridad, sus estrellas, entre palabras alegóricas y las luces de Dorrego, que se pierden en los rincones y se guardan entre las hojas de los árboles de la calle, generando la falta de luz que configura la causa principal de las penas.
Sumergirse en el tiempo para olvidar los cadavéricos recuerdos de un pasado no mejor. Me gusta el sentimiento de saberte cerca pero lejos; el arte de vivir.

Algunos piensan que las huellas desaparecen en la arena, me quedo con el sueño de que se dibujen otras sobre las mías y no se borren.

Porque nada ha de ser eliminado, si se llevan las cicatrices en el alma.





miércoles, 26 de enero de 2011

Aves de noche

Ver la noche a través de los ojos de los rapaces. Aves de júbilo revoloteando en el alma, como quien se encuentra solo y busca un corazón para saciar su sadismo. Las plumas caen, los desechos del día se revuelven y flotan en el aire. Algunos se adormecen mientras mueren inocentes y de paso nacen futuros farsantes, en un ciclo interminable que llamaron vida para darle un nombre y no hablar más.

Meliflua en sus formas más sutiles, me arrebató y en minutos le conté mis sentimientos más hostiles; el calor de la ciudad sofoca, aturde y cansa. Acompañó la charla y ofreció una copa, rellena de alcauciles para delimitar el hambre y las ganas de cambiar el tiempo. Me definió como un obsecuente del reloj pero no asumiré los cargos de tamaña acusación. Mientras se apagan las luces de la verborragia reciente, se convierte en esplendida la mirada del otro que atento a cada sílaba abre los ojos y sin vacilar regala su amor, sin previa firma de contratos, en un auto atentado a la realidad, sin sacramentos.

Furtivo es su descripción más audaz, y de química imperfecta, porque no conozco de dialécticas y síntesis que lleven a la perfección. Me entretengo mordiendo laureles ajenos y propios, descanso a la espera de lo inevitable (porque así me lo prometieron) para estar pleno y entero, cuando en un haz místico se dibuje mi autarquía.