lunes, 10 de diciembre de 2012

Santas confusiones

La montaña de las dudas - Cristina Alejos Cañada


El hablarte es un acto que un dios no podría admitir como eterno, yo en cambio si te encuentro en cualquier lugar tengo las argumentaciones válidas para saludarte y sostener mis palabras para que no mires la hora.

Tampoco los escépticos justificarían el acto. No pretendo hablar nada concreto ni abusar de sutiles indirectas que revisen lo vivido. Las explicaciones las encontré en el silencio, en las noches y en todos los amores que pasaron y sucumbieron en mi alma. Pero si te asimilo en cada canción, en cada fracción de genialidad artística, es porque algo insospechado, inmaterial, ha quedado perdido en algún lugar. Esa parte de mí que dejé y que pretendo buscar aunque no creo saber para qué.

No puedo jurar ningún santo ni construir castillos de arena. Tu belleza intangible lo impide y no aprecia discusiones.

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